Hace poco tiempo he comenzado a evaluar la lista de verdad o verdades absolutas que he tenido a lo largo de mi vida, porque he empezado a creer que las verdades no duran siempre. Cada verdad tiene una época que dirige tu vida y que cuando cambias, cambia tu verdad sobre el entorno en el que vives y te mueves.
Echando la vista hacia detrás comencé a recordar cuando era pequeña, mi verdad en aquel momento era simple, me habían enseñado a creer en dios sin duda alguna. Así pasaron los años hasta que llegó mi adolescencia y tras hacer la comunión vino la confirmación en la que, como una buena rebelde y adolescente, empecé a tomar decisiones que no me hicieran sentir mal conmigo misma. La primera fue no confesarme, Roberto mi catequista no lo entendía y yo por mucho que le explicara que mis problemas no se los contaba a nadie el no fue capaz de sacar de mi una confesión en años.
Así pasaron los años, sabía que algo no iba bien con este tema impuesto, pero no era capaz de analizar el qué. Años después un amigo me abrió una puerta a la duda sobre si dios existía o no, su realidad me hizo dudar y comencé a cuestionarme hasta que punto una verdad que te acercan desde que naces puedes elegirla como tu propia realidad a pesar de entender argumentos que no la apoyan.
Tanto llegué a cuestionarla que la deseché, si, la deseché porque no era una verdad elegida sino impuesta, era una verdad de otra persona y al evaluarla yo no compartía esa realidad, habían muchas cosas en esa realidad que me limitaba en lugar de ayudarme a evolucionar como persona. Así que … pelillos a la mar, desde aquel entonces y tras enfrentarme a una crítica a nivel familiar (joe como costó ese primer paso, la que monté en casa de mi madre al decirle que yo no creía en nada) seguí mi camino un poco más desprotegida, pero segura de esa nueva verdad que regiría mi camino posterior.
Años posteriores viví otra época, un divorcio, en el que tenía como verdad que la justicia siempre defiende al débil, al que sufre y que la justicia está para defender… y no fue así, ni por asomo, ni por parte de las fuerzas de seguridad ni por parte de los jueces. La justicia me hizo sentirme desprotegida, me obligó a enfrentarme a situaciones bastante incómodas y no solamente a mí. Otra realidad que tirar a la basura.
Que difícil se pone madurar, las verdades que te enseñan de pequeña empiezan a derrumbarse con las experiencias que vives de adulta, sin embargo creces al cuestionarlas.
Nadie me enseñó que madurar duele, pero no en la barriga ni en el corazón, sino en los principios al no saber que decisión es la correcta. Llevarle la contraria a tu madre/padre es una de las decisiones más difíciles, porque en el fondo te estás cuestionando tus principios más estables, y la estabilidad es tu zona de confort, salir de ella al vacío da vértigo.
Actualmente estoy evaluando otra realidad (o verdad absoluta), y no…no se presenta fácil porque una vez más tengo que cuestionar las enseñanzas con las que crecí y de las que siempre me sentí orgullosa de lucir. Segura estoy que esto supondrá otro momento revuelto en mi vida (como todas las etapas anteriores) una sacudida más y también estoy segura de que esto pasará para dejar paso a una nueva etapa (a saber cual).
Esta nueva etapa será buena o mala, durará mucho o poco tiempo, pero ese precio hay que pagarlo para poder crecer. Por qué a fin de cuentas, ¿la vida se trata de ser feliz no? y crecer nos hace ser felices.
Busca amigos que te llenen con sus palabras, que te apoyen y que te den buenos consejos. No de esos que te frotan la espalda para decirte que lo estás haciendo bien y que te ayudarán para pasar posteriormente a quedarse de brazos cruzados.
Busca amigos de los buenos, de esos con los que puedes hablar de educación, sexo, relaciones y dudas existenciales, esos con los que cuando hablas te alivias, los amigos quita-pesos. Soy afortunada de poder tener uno de esos, aunque sea a más de 3000km de distancia, y pasen meses sin hablar con él para luego un día escribir un “pssssss” en el whatsapp y que solamente con eso sepa que necesito hablar con él urgentemente.
Los amigos quita pesos son oro en la vida de cualquier persona, atesóralos.
Pero habla también con tus silencios, nadie mejor que tú y tus pensamientos para analizar tu vida, conviértete en la mejor crítica, sal de tu mundo y analízalo desde fuera. Como dice alguien a quién adoro actualmente “No existen blancos o negros, existen mil millones de tonalidades de grises” ten el coraje de decorar tu mundo a tu gusto.
Estoy segura que en cada tramo de tu vida te rige una verdad, preocúpate cuando no lo haga, porque supondrá que estás estancada. Si nada cambia en ti, no estás creciendo y de nuevo la rutina te vuelve a comer los pies. No creo que la verdad dure toda la vida.
¿Cuál es la última verdad que te has cuestionado?
¡Me encanta!
Muchas gracias por tu comentario 🙂 ayuda a seguir escribiendo.Besitos
Sabes ese final de la película, en el que te quedas mirando la pantalla sin moverte? Así me acabo de quedar, pensativa y con la mirada fija en la pantalla. Sigue así. También me encanta. Egoistamente diré que eres una de esas amigas quita-pesos, por si no lo sabías 💋
Gracias Mary paz (L) besos